Fraude científico o mala conducta científica es la violación de los códigos, normas de conducta y comportamiento ético de los estudiantes o profesionales dedicados a la investigación científica. La intención o negligencia de elaborar información falsa, hipótesis, métodos, análisis en un trabajo, texto o manuscrito y publicarlos puede resultar un crimen científico que lesiona o provoca falsas expectativas de descubrimientos y tratamientos falsos.

Uno de los mayores fraudes científicos fue el del surcoreano Hwang Woo-suk y su equipo; engañaron al mundo en el año 2004 al anunciar que habían conseguido clonar por primera vez embriones humanos. La comunidad científica dio por buena y aplaudió la asombrosa noticia, que fue publicada en la revista Science, una de las más prestigiosas, de lo que los medios de comunicación de todo el planeta se hicieron eco de inmediato con entusiasmo, dio falsas expectativas. El descubrimiento fue recibido con los brazos abiertos por una buena parte de la opinión pública, pues suponía una nueva vía para el tratamiento de enfermedades como el párkinson, el alzhéimer o la diabetes, pero todo fue una mentira. Otro fraude fue el de Piltdown; el que informaba al mundo que había descubierto el eslabón perdido entre el hombre y el mono, cuando lo que hizo fue unir la mandíbula de un orangután, un cráneo humano medieval y algunos dientes de chimpancé.

Fraude científico es la invención de datos, falsificación o manipulación de datos, con el recortador, con el copie y pegue, el cocinero alimenta su trabajo para engrosarlo. El plagio es la apropiación de ideas o frases de otros artículos no suyos o también ya publicados suyos denominándose autoplagio. En la Autoría ficticia aparece como autor alguien sin haber participado en dicho trabajo; es muy frecuente cuando un subalterno pide permiso al jefe y este lo obliga a que incluya su nombre en dicho trabajo. Publicaciones reiteradas es cuando el mismo trabajo lo publican como olvido intencionado en varias revistas sin haber notificado previamente a los directores de las revistas. Otras son las publicaciones duplicadas o fragmentadas, consiste en publicar parte del trabajo ya publicado en otra revista sin conocimiento de los redactores de la revista. Copiar citas bibliográficas sin leerlas ni consultarlas. Sesgos en la publicación donde lanzan resultados prematuros en forma sensacionalista para obtener beneficios económicos. Violación de los derechos de autor. Es importante que desde los colegios, universidades e institutos establezcan reglas para regular la conducta en la investigación y el fraude reportarlo a las autoridades educativas o academias de ciencias para aplicar de inmediato sanciones técnicas y legales.

Los medios de información no deben de colaborar con campañas sensacionalistas de productos que aparentemente den falsas expectativas de sanación o curación, siendo el beneficio económico para la empresa, lo que perjudica al consumidor a quien le crea falsas esperanzas de tratamientos o curación, eso también está incluido en la mala conducta o fraude científico.

La principal responsabilidad de un investigador es publicar datos reales, verdaderos y confiables, para mantener su honestidad científica, que es en lo que se basa el desarrollo y progreso de la ciencia para beneficio de un país y de la humanidad. (O)