Estamos ya prácticamente en elecciones para presidente y asambleístas de este país, como de otras autoridades provinciales y locales, y nos estamos dando cuenta de que volvemos a caer en los mismos errores anteriores, que simplemente por la ambición al poder se juegan nombres de futbolistas, gente de farándula, etc.

Sabemos a la perfección que no están preparados en lo más mínimo para ganar la dignidad que se busca en la elección, solo por el enfermizo deseo de los votos pensando que son personas conocidas en general por el pueblo. Sean por medios escritos o de televisión se los usa no solo para que representen a un partido político, sino para obtener votos y en la Asamblea serán los que dirigirán los destinos del país.

Es hora de reflexionar sobre su falta de capacidad para ejercer estos menesteres y no seguir jugando con el honor del puesto que se supone van a representar.

Recomendamos en general al electorado de este país hacer una profunda reflexión al otorgar el voto a conciencia y no hacer caso de la intensa propaganda que ya a estas alturas están dirigiendo al país. (O)

Édgar Diminich Miranda, ingeniero civil, Guayaquil