El Dr. Jimmy Ortiz, galeno del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, sostiene en sus estudios realizados que el cambio en el estado de ánimo es uno de los efectos que puede producir la marihuana en la salud mental de los adolescentes y cuenta que en su consultorio médico psquiátrico recibe a diario a adolescentes afectados por la marihuana y otras drogas, que como consecuencia deterioran y disminuyen de gran manera el desempeño estudiantil, deportivo y las relaciones familiares y sociales de los jóvenes.

La marihuana puede presentarse en formas variadas. La más conocida es el fumar las flores secas y enteras. Es altamente advertido el efecto de la combustión al fumar, al ser más alto el nivel de riesgo a delirios y pánico, aunque también es posible su consumo por vía oral.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se trata de las sustancias ilícitas más utilizadas en el mundo. Estudios científicos han demostrado que el uso de la marihuana en adolescentes tiene consecuencias a corto y largo plazo, especialmente a nivel de la salud mental.

Sus efectos pueden provocar trastornos mentales graves, causando ideas y percepciones anormales que, si no las resolvemos en seis meses con medicación, se pueden tornar crónicos y permanentes a pesar de tomar medicación prescrita.

Considera seis efectos a corto plazo: 1. Alucinaciones temporales, sensaciones e imágenes que parecen reales pero no lo son, paranoia temporal; 2. Sentir desconfianza extrema de otras personas sin ninguna razón; 3. Empeorar los síntomas en personas con un trastorno preexistente, como la esquizofrenia; 4. Trastornos del estado de ánimo, como la depresión; 5. Ansiedad, crisis de pánico y suicidios; 6. A largo plazo el consumo de la marihuana puede producir cáncer y deteriorar el sistema nervioso; sin embargo, esta también afecta a los pulmones, cerebro y a la actividad cardiaca y arterial. Es importante que las familias estén alertas ante cualquier efecto producido por la marihuana, así podremos evitar que esta u otras sustancias empeoren la salud mental y física del adolescente. (O)