Después del terremoto que afectó a las provincias de Manabí y Esmeraldas, se pensó inmediatamente en la necesidad de la reconstrucción y de fondos para ejecutarla. Con este objetivo surgió la Ley de Solidaridad, que permite que el Sistema de Rentas Internas (SRI) recaude entre los contribuyentes nuevos impuestos destinados a este fin.

El uso de este dinero se registra en dos cuentas, una que es una subcuenta en la que se manejan los recursos derivados de los nuevos impuestos y las donaciones particulares, y otra para el manejo de los créditos de organismos multilaterales.

El conocimiento de que se ha realizado una transferencia de la primera cuenta a otra para el manejo integrado de la liquidez del sector público, llevó a un legislador a plantear la necesidad de que se justifique el destino de ese dinero. Se respondió que se lo utilizó para pagar a proveedores de las dos provincias afectadas. Sin embargo, no queda claro la fecha en que se adquirió la deuda y el motivo, dato indispensable, pues si se pagaron deudas contraídas antes del terremoto y que no tienen ninguna relación con la reconstrucción, se habría actuado indebidamente.

Es necesario que se ofrezca toda la información para que la ciudadanía pueda confiar en el manejo de los fondos estrictamente para lo que fueron destinados y para que las autoridades correspondientes establezcan las responsabilidades si fuera necesario. (O)