La inauguración de la ampliación del canal de Panamá constituye un hecho de gran importancia para el comercio de América y del mundo. Los barcos que pasarán de un mar a otro serán tres veces más grandes que los anteriores, lo que permitirá que el comercio marítimo sea más ágil y que la contaminación sea menor.

Para los otros países de América Latina es un reto. Deben estar en condiciones de recibir los barcos que cruzan el canal y modernizar sus instalaciones, pero al mismo tiempo habrá aumento de las tarifas. El comercio exterior se revitaliza, pero eso supone el diseño de una estrategia adecuada para el desarrollo y crecimiento de productos exportables, requeridos por los mercados y de personal especializado.

Colombia y Perú están en mejores condiciones que Ecuador, eso los convierte en competidores aventajados, por lo que a nuestro país le corresponde trabajar con la consigna de avanzar con eficiencia, privilegiando siempre la calidad y la oferta de servicios adicionales. El reto está allí y no hay cómo esquivarlo. (O)