¿Hemos estado aquí antes? Ya sé: se siente como si internet, realidad virtual, Donald Trump, Facebook, la secuenciación del genoma humano y máquinas que pueden razonar mejor que la gente constituyeran un cambio en el paso del cambio sin precedente. Sin embargo, en efecto hemos pasado por una transición extraordinariamente rápida como esta antes en la historia… una transición de la cual podemos aprender mucho.

Ian Goldin, director de la Escuela Oxford Martin en la Universidad de Oxford, y Chris Kutarna, también de Oxford Martin, acaban de publicar un libro –"Era de descubrimiento: Navegando los riesgos y recompensas de nuestro nuevo Renacimiento"– sobre lecciones que podemos extraer del periodo de 1450 a 1550, conocido como la Era del Descubrimiento. Fue cuando el mundo dio una serie de grandes saltos hacia delante, impulsada por da Vinci, Miguel Ángel, Copérnico y Colón, que produjo el Renacimiento y dio nueva forma la ciencia, educación, manufactura, comunicaciones, política y geopolítica.

"La prensa de Gutenberg suministró el gatillo", me dijo Goldin por correo electrónico, "al darle un giro al conocimiento de la producción y un intercambio yendo de escasez estrecha a abundancia radical. Antes de eso, la iglesia católica monopolizaba el conocimiento, con sus manuscritos en latín encerrados en monasterios. La prensa de Gutenberg democratizó la información, y suministró el incentivo de alfabetizarse. En un plazo de 50 años, no solo los escribas habían perdido sus empleos, sino que el monopolio milenario de la iglesia católica sobre el poder había sido desgarrado conforme la impresión de los sermones de Martín Lutero encendían un siglo de guerras religiosas".

En el ínterin, agregó Goldin, Copérnico puso de cabeza las nociones prevalecientes y dadas por Dios del cielo y la tierra "al descubrir que lejos de que el sol gire alrededor de la Tierra, la Tierra rotaba alrededor del sol", y "viajes de descubrimiento por parte de Colón, da Gama y Magallanes hicieron pedazos mapas milenarios del mundo 'conocido'".

Esas fueron las madres de todas las alteraciones y llevaron a los paralelismos con estos tiempos.

"Ahora, como entonces, nuevos medios han democratizado el intercambio de información, amplificando las voces de quienes sienten que han sido injuriados en la agitación", dijo Goldin. "Ahora, como entonces, líderes públicos e instituciones públicas no han logrado mantenerse al paso del rápido cambio, y la confianza popular se ha menoscabado profundamente". Ahora como entonces, "este es el mejor momento de la historia para estar vivo" –salud humana, alfabetismo, riqueza agregada y educación están floreciendo– y "hay más científicos vivos actualmente que en todas las generaciones anteriores".

E incluso así, mucha gente siente que las condiciones son peores.

Debido a que, como en el Renacimiento, anclas clave en la vida de la gente –como el lugar de trabajo y la comunidad– están siendo dislocados fundamentalmente. El paso del cambio tecnológico está superando la capacidad de la persona promedio para adaptarse. Ahora, como entonces, dijo Goldin: "considerables partes de la población descubrieron que sus habilidades ya no eran necesarias, o vivieron en lugares dejados atrás, y así creció la desigualdad". Al mismo tiempo, "nuevos sistemas de escala planetaria en comercio e intercambio de información dieron origen a las inmensas mejorías en opciones e innovaciones a toda velocidad, que volvieron fabulosamente ricas a algunas personas".

¿Había un Donald Trump en esos tiempos?

"Miguel Ángel y la Florencia de Maquiavelo sufrieron una impactante toma de poder popular cuando Girolamo Savonarola, fraile de nivel intermedio de Ferrara, quien vivió de 1452 a 1498, estalló de la oscuridad en la década de 1490 para cautivar a los florentinos, quienes se sentían rezagados económica o culturalmente, con sermones que asignaban la culpa a las políticas erradas y corrupción moral de sus dirigentes", dijo Goldin. "Él y sus celosos partidarios, aunque eran una pequeña minoría, barrieron con la cúpula Medici y tomaron el control de los ayuntamientos.

"De ahí, Savonarola lanzó una desagradable campaña de purificación pública, introduciendo leyes radicales incluso en contra de las homosexualidad, y atacó a intelectuales públicos en un acto de intimidación que la historia sigue recordando como la Hoguera de las Vanidades. Savonarola estuvo entre los primeros en capitalizar la revolución informática de la época, y mientras otros producían largos sermones y tratados, Savonarola diseminaba panfletos cortos, en lo que pudiera considerarse el equivalente de tuits políticos".

Los políticos de la cúpula en esa época, quienes eran de baja energía, "subestimaron el poder de esa nueva revolución de la información para ir más allá de ideas científicas y culturales" a fin de amplificar voces populistas desafiando la autoridad.

¡Agh! ¿Cómo suavizamos eso?

"Se requiere correr más riesgos cuando las cosas cambian más rápidamente, tanto entre trabajadores que tienen que cambiar de empleo como entre negocios que tienen que innovar de manera constante para mantenerse adelante", argumentó Goldin. El trabajo del gobierno consiste en fortalecer las redes de seguridad e infraestructura para que individuos y empresa puedan ser tan osados

–en términos de aprendizaje, adaptación e inversión en sí mismos– como necesiten serlo. Al mismo tiempo, cuando el mundo se entreteje tan estrechamente, Estados Unidos "necesita estar más, no menos, comprometido con el resto del mundo", debido a que "las amenazas que representan el cambio climático, pandemias, ciberataques o terrorismo no serán reducidas con el retiro de Estados Unidos".

Antes, como ahora, los muros dejaron de funcionar. "Cañones y pólvora llegaron a Europa que podían perforar o pasar sobre muros y libros pudieron traer ideas a su alrededor", dijo. Entonces, como ahora, los muros solo los hicieron más pobres, más tontos y más inseguros.

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