El presidente de Colombia y el máximo líder de las FARC firmaron el cese al fuego definitivo, lo que es un paso previo para dar por terminado el conflicto. El acuerdo firmado frente al secretario general de la ONU y varios presidentes de América Latina establece el cronograma y los procedimientos para que los miembros de las FARC se concentren en zonas específicas y entreguen las armas a la ONU. Antes, han logrado algunos acuerdos: mecanismos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la transformación regulada en un partido político, justicia, lucha contra el narcotráfico, desminado y búsqueda de desaparecidos.

Después vendrá el acuerdo denominado Fin del conflicto, que incluye garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales sucesoras del paramilitarismo y la persecución de conductas criminales que amenacen la implementación de los pactos.

Con esto se pone fin a una era de violencia que ha dejado más de 200.000 muertos y que luego de tres años de negociación, los colombianos deberán refrendar en las urnas para que la paz sea un compromiso de la nación colombiana que debe ser aplaudido y acompañado por los países latinoamericanos. (O)