En su discurso del 24 de mayo, el presidente anunció que enviará otra vez a la Asamblea sus proyectos de Ley de Herencia y Ley de Plusvalía, que fueron presentados y retirados después de una serie de marchas y protestas de la ciudadanía.

Mientras tanto, el paquete de 16 enmiendas constitucionales se mantiene en discusión. Se espera que el segundo debate se realice en noviembre y que en diciembre se traslade al pleno para su aprobación.

En realidad, es difícil de entender el empeño en conseguir la aprobación para dos leyes que despertaron el descontento inmediato de la ciudadanía que, a pesar de las explicaciones, entendió que la propuesta le será adversa algún día, a ellos o a sus herederos.

Sería mejor que el presidente y sus colaboradores dedicaran el tiempo que les queda a perfeccionar algunos de los programas puestos en práctica y que aún no alcanzan buenos resultados.(O)