El presidente ha dicho que una de las tareas pendientes es la Ley de Cultura. Esperemos que la mencionada ley empiece por decir qué se entiende en ella por cultura, que es una palabra muy rica porque abarca diversos ámbitos y tiene una larga historia, pero dejemos este tema para los especialistas.

Cuando se habla de un ministerio de cultura, algunos entienden que se trata de un organismo que se dedicará a promover diversas expresiones a través del arte y que, por lo tanto, su trabajo estará enfocado a facilitar a pintores, escultores, músicos, actores, literatos, cineastas, etcétera, la realización y promoción de sus obras.

Otros esperarán que promueva, sobre todo en los sectores populares, el arte en sus distintas manifestaciones. En este punto las posibilidades son infinitas.

Para no entrar en un tema que sería muy largo, para los fines de este artículo, mencionaremos solo los conceptos básicos de cultura, tal como constan en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

Lo primero que menciona es la palabra cultivo, de la cual se deriva. Luego he escogido dos de las definiciones: “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico” y “Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial en una época o grupo social”.

Cualquiera que sea el concepto de cultura que defina nuestro ministerio, no se puede olvidar que su origen etimológico está en la palabra cultivo, y cultivo significa “desarrollar el talento, el ingenio, la memoria, etcétera”. También “ejercitarse en las artes, las ciencias, las lenguas, etcétera”.

Si nos guiamos por las definiciones, se puede decir que ese ministerio es de enorme importancia. En nuestro país hay mucho talento oculto, está la planta, solo hace falta que la cultiven. Mucho de ese talento está fuera de las instituciones del Estado y de la iniciativa privada. Está en chicos que pasan su tiempo en la calle o que van a la escuela sintiéndola como una prisión. Cuando encuentran un estímulo para sus intereses, entonces responden con dedicación y esfuerzo. Estudiar el origen y evolución de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Guasmo sería acercarse a un resultado que cambió la vida de algunos niños y jóvenes.

La segunda acepción define el campo de acción, pues para ejercitarse en las artes, las ciencias, las lenguas, se necesita un espacio adecuado, que el Ministerio debería proporcionar.

Estamos esperando la ley, pero desde mucho antes tenemos ministerio y queda poco tiempo para ver sus frutos, quizás alcance a poner las semillas, si define bien sus objetivos y no pierde de vista que su trabajo debe estar destinado principalmente a sembrar para que se pueda cultivar, pero que para hacerlo hay que conocer la tierra, quizás se inicie el despertar cultural que necesitamos. (O)