Las fuerzas internas de la Tierra como placas tectónicas terrestres y marinas, volcanes, mares, vientos, etcétera; al activarse generan por la descarga de energía, movimientos, los que son rápidos originan tsunamis, terremotos, inundaciones; los lentos, forman plegamientos y temblores.

Sabiendo que el suelo es un conductor de las ondas, se entiende por qué un sismo se reproduce a larga distancia del epicentro; es su estructura misma. La Tierra ha sobrevivido a grandes catástrofes. El desplazamiento del eje de los polos igual que el crecimiento en densidad demográfica humana, contribuyen al deterioro de este planeta y al calentamiento global. (O)

Rafael Sampedro Coba, arquitecto, Guayaquil