Qué duras que son las imágenes que nos llegan a través de los medios sobre la calamitosa situación en la que se encuentran miles de compatriotas, especial en Manabí y Esmeraldas, en donde la severidad del desastre transformó paisajes paradisiacos en escenas de horror y muerte.

Estas ciudades nunca volverán a ser las mismas y deberán pasar años para que lo material se vuelva a recuperar en parte... Acá hemos recolectado donaciones, igual que el resto del Ecuador, con cariño y esperanza. Debemos respetar el mandato del presidente Correa, las medidas que ha tomado son acertadas para recuperar lo perdido en el desastre natural, como para contribuir con la severa situación fiscal. El resto de medidas deberán ser motivo de debate en medios de comunicación, tertulias y Parlamento; pero sabemos que no serán revisadas, salte quien salte. Debe ser importante la optimización del gasto. Actualmente se construyen en Quito dos plataformas para agrupar a servidores públicos en sectores por donde va a pasar el metro de la ciudad. Suena bien por la generación de empleo; dicen que son obras vinculadas al crédito chino y ejecutadas por una constructora de ese país. ¿Son necesarias obras faraónicas en tiempos en que la tramitología está por desaparecer?, ¿esa gran cantidad de recursos no será más útil para reconstruir las zonas afectadas? El gasto debe ser dirigido a lo prioritario. (O)

Jonathan Beltrán Sánchez, Marcelino Maridueña, Guayas