Nuestro invitado
Pablo Arosemena Marriott

¡Claro que Ecuador tiene salida de la crisis! Los comerciantes proponemos un abecé para la reactivación económica: a) abrir mercados, b) bajar impuestos, y c) conquistar capitales.

¿Por qué Ecuador ha perdido más de 3 años frente a Perú y Colombia en ser parte del acuerdo de comercio con la Unión Europea? ¿Cómo es posible que a estas alturas del partido, por pura ideología, o lo que es lo mismo, falta de visión y pragmatismo, no tengamos un acuerdo de comercio con nuestro mayor socio comercial, los Estados Unidos de Norteamérica? Parece que el socialismo del siglo XXI se olvida de una premisa vital para el desarrollo: comercio es empleo. Y más comercio, más empleos.

Por otro lado, cada vez son más, muchísimos más, los impuestos. Pero el equilibrio de las finanzas públicas no se logra desequilibrando las finanzas privadas. ¿Cómo es posible que en plena crisis económica se pretenda ahogar aún más al ciudadano con impuestos al comercio? ¿Alguien en serio cree que subiendo impuestos van a reactivar al sector productivo? Cuando se está metido en un hueco lo primero que se debe hacer para salir es dejar de cavar el hueco.

Se pretende justificar la enésima reforma tributaria en una supuesta crisis planetaria. No hay tal. Muchos países que gozan de mayores libertades económicas están saliendo adelante. Todos los países sufren (o se benefician) de eventos externos que no están bajo su control. La política económica es precisamente para anticiparlos y ser proactivo.

Nos dicen que los nuevos tributos serían para recaudar $ 300 millones y ayudar a tapar un déficit fiscal 10 veces mayor. ¿Y si mejor el régimen reduce esos $ 300 millones (o bastante más) en gastos innecesarios de su presupuesto? La realidad es que el régimen gastó por sobre lo ingresado y nos quiere pasar la factura. Parece que estamos ante un caso de gula tributaria: nada es suficiente.

Ecuador tiene un problema interno. La solución está en nosotros, no en el retorno del superciclo petrolero. Hay una crisis de confianza. No se resuelve con más impuestos ni emisión estatal de dinero electrónico, que claramente no se ha ganado la confianza de la gente. En las circunstancias actuales, confiar nuestro dinero al Gobierno es como querer confiarle un canario a un lagarto hambriento.

Pero todo tiene solución. La pelota de la confianza está en la cancha del Gobierno. Solo el Estado puede generar las condiciones favorables para la inversión. Eliminar el injusto anticipo del impuesto a la renta, las salvaguardias (no reemplazándolas con el fantasma del timbre cambiario) y no inventarse más impuestos serían buenas señales para restaurar algo de confianza.

La vocación de los capitales productivos es estar donde las reglas son claras, estables y amigables. A Ecuador le hace falta una brújula económica que marque un norte en libertad. Saber que vamos hacia un lugar distinto del que ahora nos encontramos. Necesitamos abrir más mercados, bajar impuestos y conquistar capitales para salir de la crisis. Ese es nuestro abecé. Simple, directo y a la vena del comercio. (O)