Qué reconfortante es poder ser testigo de la actitud comprometida y solidaria que han mostrado nuestros jóvenes ecuatorianos frente a la situación devastadora que estamos enfrentando en nuestro país, a consecuencia del terremoto del 16 de abril.

Nuestra juventud ecuatoriana ha dado muestra de su nobleza de corazón y de su compromiso con el prójimo. Hemos presenciado a cientos de ellos aportando con horas de su tiempo, viajando a los lugares donde se sentían útiles y organizándose para ofrecer ayuda con un entusiasmo y solidaridad dignos de imitar. Y es que los ecuatorianos somos así, en las crisis resurgimos con fortaleza y empeño, con entereza y valentía. Nuestros jóvenes lo están demostrando con hechos concretos, y vale la pena mencionarlo y elogiarlo, pues los hechos positivos se deben reforzar con reconocimiento y gratitud. Adelante queridos chicos, su generosidad y entrega nos hace pensar que vendrán días mejores y que tenemos como país una gran fuerza y poder centrado en sus nobles y poderosos corazones. ¡Gracias! (O)

Esperanza Rendón C. de González, odontóloga y orientadora, av. Samborondón