El 2016 se presenta desalentador para el Ecuador en todos sus aspectos. El Gobierno no ha podido cancelar deudas del año pasado con petróleo a $ 20 el barril y las empresas grandes y pequeñas están despidiendo empleados para poder subsistir. Es la única forma. Extraoficialmente se sabe que muchas empresas del Gobierno están ajustando sus presupuestos mediante reducción de su personal. El Gobierno no ahorró cuando debía, como sí lo ha hecho Bolivia.

La única forma de paliar este descalabro es creando nuevas plazas y empleos en el país. La revista Times reporta que el año 2012 las líneas aéreas americanas contabilizaron una ganancia neta de 6 billones de dólares (casi el 25% del presupuesto de Ecuador) por excesos de equipaje y multas por cambios de fechas en las reservas. Esto no le significa a las líneas aéreas ningún costo adicional. Todo es ganancia. Entonces seamos creativos. Hace casi 12 años existían en el país más de 2.000 agencias de viajes que aglutinaban a más de 10.000 empleados que mantenían a sus familias (unas 50.000 personas). Sin explicaciones, la Asociación de Líneas Aéreas decidió que los Agentes de Viajes del Ecuador no deben ganar comisiones sobre las ventas que generan, y así se hizo. Hoy sobreviven a nivel nacional no más de 200 oficinas de viajes, debido a que los gastos ocasionados como impuestos, permisos, arrendamientos, personal especializado son demasiado elevados. Las empresas aéreas se llevan todo el dinero de las ventas fuera del país, nunca han contribuido para nuestro desarrollo y sería interesante saber con cuánto contribuyen al erario nacional. ¿Cómo podemos aceptar que las agencias trabajen gratis y que todo se le cargue al pobre usuario, cuando ellos cobran desde el uso de gasolina y pagos especiales para mantenimiento y/o compra de aviones en cada boleto?

En nuestra actual mala situación económica es vital que las líneas aéreas contribuyan con el país, ayudando a nuestra resentida economía y qué mejor que pagar el justo precio a los que tienen la bien ganada experiencia de más de 60 años con que las agencias de viajes les sirvieron. Es imperativo que se las obligue a pagar nuevamente el 10% de comisión de derechos adquiridos como era antes, para así beneficiar la escasez de trabajo y recuperar las divisas e ingresos adicionales para nuestra sufrida nación. Se beneficiarán el pueblo empleado, el Servicio de Rentas Internas y el usuario. No crea usted, lector, que con la amenaza de irse del país las líneas aéreas abandonarán Ecuador, es una mina, muchas otras vendrán. (O)

Alfredo R. Suárez, Guayaquil