Con la ilusión de que usted tenga una visión razonada en materia agraria respecto de lo que probablemente ocurra en nuestro Ecuador durante el año 2016, le traslado la información que recibí durante la jornada de estudio y análisis que realizó, hace pocos días en Guayaquil, el Grupo de Desarrollo Rural.

La exposición, bien planteada y explicada y luego enriquecida con el pertinente análisis y aporte de los concurrentes, actores especializados en las diversas actividades que se realizan en nuestros campos, me pareció extraordinaria.

Yo, que poco podía aportar, me permití anotar que, respecto del quehacer agrario, en general, hace falta más, mucha más información, para que el conocimiento de los problemas o proyectos genere en la ciudadanía interés y ánimo de participar o colaborar hasta alcanzar las soluciones o las metas que se proponen.

Para el análisis se plantearon cinco factores de prosperidad o colapso de la agricultura ecuatoriana para el año 2016:

El deterioro ambiental causado por el ser humano: alta deforestación, erosión y pérdida de fertilidad del suelo y contaminación de las aguas.

El impacto del cambio climático por la vulnerabilidad al Niño y a la Niña, el calentamiento global y el ataque de plagas y enfermedades.

La falta de formalización de acuerdos con los principales socios comerciales extranjeros, la baja inversión extranjera y la aplicación de salvaguardas.

La rivalidad con la competencia extranjera, que es cada vez más fuerte, más las desventajas en los accesos a mercados respecto de ciertos competidores, el dólar apreciado y el petróleo a la baja.

La equivocada respuesta cultural ante la crisis: no prever, no percibir, no reconocer, no resolver porque tenemos una dificultad crónica para enfrentar los problemas y llegar a acuerdos de corresponsabilidad.

Quedó claro que, salvo una mejora en las relaciones comerciales, si se refrenda el acuerdo con la Unión Europea, los factores que afectan a la agricultura son desfavorables y tienden a deteriorarse.

Si la agricultura ecuatoriana sigue como va, habrá pocos rubros con oportunidades de prosperar y lo más probable es que se estanque o decrezca.

Si no nos damos cuenta y no colaboramos unos con otros, pueden sernos fatales las condiciones generales del entorno que se prevén para el año 2016 y que son:

Económicamente: caída del precio del petróleo, apreciación del dólar, recesión económica.

Políticamente: año electoral, mayor polarización, radicalización del discurso y las acciones.

Socialmente: aumento del desempleo, incremento del subempleo y contracción de la demanda.

Ambientalmente: riesgo de El Niño, invierno fuerte y continuación del deterioro del ambiente.

Finalmente se acotó algo que me pareció, lamentablemente, real: el factor negativo determinante para que, generalmente, no superemos nuestros problemas y amenazas es la dificultad cultural para el diálogo y el acuerdo, pues parece que el individualismo, que es egoísmo, termina imponiéndose, aun en perjuicio propio de quien lo practica.

Así que es bastante lo que debemos reflexionar y luego decidir; ¿actuaremos por la prosperidad o por el colapso agrario? ¿Sería tan amable en darme su opinión? (O)