Un tema en el que todos coincidimos es en la importancia de la educación. Sin embargo, no es común desear y buscar educación política.

Hay distintas maneras de concebir el Estado y su papel y por eso hay diversidad de partidos políticos, con ideologías diferentes y propuestas distintas. Es, debería ser, tarea de los partidos la educación política de sus miembros y aspirantes a serlo, de tal manera que todos conozcan la ideología que lo inspira, observen la realidad y sus problemas y planteen cómo resolverlos desde su filosofía. Para lograrlo, necesitan el acceso al poder y sus miembros deben estar preparados para dar a conocer a los ciudadanos lo que se proponen realizar, exponiendo claramente por qué, qué, cómo, con qué, con quién y cómo evaluarían lo hecho. De esta forma, los partidos siempre tendrían gente capacitada, con una visión clara de lo que buscan en el ejercicio del poder, se evitaría la improvisación y la ciudadanía sabría qué exigir a quien elige.

Hay partidos que lo han tomado en serio. Hubo una época en que el partido comunista marxista dedicaba mucho tiempo a la capacitación de sus miembros. La Izquierda Democrática lo hizo en su momento, ahora lo hacen los socialcristianos, para citar algunos ejemplos, pero debería ser tarea de todos y no solo cuando se acerca un proceso electoral. (O)