Con gran preocupación y asombro he observado el reprisse del último enlace ciudadano, preocupación en principio por el evidente deterioro cognitivo y trastornos conductuales, características típicas de la enfermedad de Alzheimer, de dos de sus protagonistas principales, el primero nada menos que quien ejerce la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas, de acuerdo a la Constitución, sin embargo, se autotitula de “comandante en jefe” como el difunto coronel Chávez, que en paz descanse. Alzhéimer de la Revolución Ciudadana digo, al no recordar el presidente que en su enlace ciudadano Nº 160 desde Sangolquí, el 20 de febrero de 2010, daba cuenta de que los terrenos del Issfa en los Samanes costarían más o menos 80 millones de dólares, ¡prohibido olvidar!

Asombro también me causó que su ministro de Defensa, Arq. Fernando Cordero, presidente del Directorio del Issfa, no sepa cuántas empresas tiene a su cargo en el Issfa y más aún, ante el pedido del “comandante en jefe” se inventa que fueron 150 empresas las que tenía el holding DIN, cosa más absurda y falsa y de falsedad absoluta, que el presidente se ve obligado a aceptar y repetirlo como una gran verdad y descubrimiento, otra característica del alzhéimer, confundiendo así al pueblo ecuatoriano y a sus Fuerzas Armadas, ¡prohibido olvidar!

Finalmente, para los desmemoriados con alzhéimer prematuro, me permito recordarles que los terrenos del Issfa en los Samanes fueron vendidos mediante escritura pública, por lo que la autoridad competente en caso de reclamo no son ni el presidente de la República ni el ministro de Defensa; recordarles también que el Holding DINE tenía 14 empresas subsidiarias y 4 filiales; finalmente que el Issfa tiene al momento seis empresas, producto de la buena voluntad del “comandante en jefe” en la negociación de los terrenos de los Samanes, ¡prohibido olvidar! (O)

Wilson Fabián Goyes Arroyo, coronel del Ejército, Msc., Quito