A diario en todo el país los medios dan cuenta de sucesos delincuenciales de diferente índole, como asaltos, secuestro exprés, sicariato, asalto con muerte, etcétera, calificados en su mayoría como delitos flagrantes.

Organismos del Estado deshojan margaritas tratando de encontrar la solución al problema social.

Al permitirse el ingreso indiscriminado al país, de forma casi indocumentada, y permitir la tabla de consumo cuando la tolerancia tiene que ser cero, al consumo de cualquier estupefaciente, esta “generosidad” dio desestabilidad, puesto que grupos organizados delinquen y el estado del país es de indefensión. (O)

Julio López Campoverde, licenciado en Comunicación Social; Guayaquil