En la televisión nacional la mayoría de los canales transmiten “telelloronas”, copando casi todo el día y programas faranduleros que incluyen entrevistas, concursos de canto, de baile, de teatro, improvisaciones y hasta de crónica roja; son pregrabados y en vivo; entretienen, no educan.

El objetivo primordial de los medios de comunicación es el difundir cultura, ciencia, educación, noticias, deportes y no chismorreo. Las franquicias de las televisoras extranjeras garantizan la calidad de la difusión de novedosos concursos, dignos de imitar.

La audición farandulera se ha dedicado a divulgar la vida privada de los entrevistados, que casi siempre son personas desconocidas en el medio, se les da popularidad y con el tiempo son el hazmerreír. Los animadores vociferan, todos gritan a la vez, convirtiendo los escenarios en un pandemonio.(O)

José Enrique Lara, licenciado, Guayaquil