En lo que va del año se han reportado en Guayaquil quince casos relacionados con artefactos explosivos. Según un oficial del GIR, han tenido que “desactivar, neutralizar aparatos explosivos y realizar investigaciones posexplosión”. De estos explosivos, ocho fueron granadas tipo militar, de las cuales dos provocaron muertes y heridos al estallar.

Las bombas se han encontrado en distintos lugares; en los últimos días, una dentro de un automóvil, otra fue arrojada desde un vehículo al interior de una casa y una más estalló en un local de venta de materiales de construcción.

Esto es una manifestación más de cómo la delincuencia dispone de armas y elementos destructivos que, además de causar daños a personas y bienes, generan temor e inseguridad en la población.

Si ocho de las quince granadas eran de tipo militar, habría que preguntarse cómo llegan a las manos de quienes las usan para actos ilícitos. Es necesario que se investigue, se dé una respuesta a esta interrogante y se expliquen las medidas que se han tomado para evitarlo. (O)