El 8 de septiembre, la Secretaría de Comunicación (Secom) notificó a Fundamedios la decisión de iniciar el proceso de disolución de la organización por considerar que “ha difundido mensajes, alertas y ensayos con indiscutibles tintes políticos”.

La reacción nacional e internacional fue inmediata: periodistas, académicos, defensores de los derechos humanos y varios organismos internacionales no dudaron en expresar su apoyo a Fundamedios y su rechazo al intento de disolución. También lo hizo la Defensoría del Pueblo, a pesar de declarar que reconocía que la Secom tenía motivos.

Ayer se anunció que la Secretaría de Comunicación, atendiendo el pedido de la Defensoría del Pueblo, había decidido archivar el proceso, aunque se ratifica en lo que considera violaciones de la ley y del propio estatuto de parte de Fundamedios y le insiste en que no se inmiscuya en asuntos de interés político, “evitando levantar alertas con la única finalidad de afectar el prestigio del país”. También le pide trasparentar su financiamiento y el manejo de sus recursos. El director de Fundamedios respondió pidiendo un diálogo para aclarar los puntos.

La disolución de una ONG, dedicada a la defensa de la libertad de expresión, hubiera sido una prueba ineludible de que el Gobierno ecuatoriano no es respetuoso de uno de los derechos fundamentales de los seres humanos. La decisión ha sido oportuna y esperamos que se acoja la invitación a dialogar realizada por Fundamedios. (O)