Con el voto de 132 diputados, el Congreso de Guatemala dejó sin inmunidad al presidente de la República, Otto Pérez Molina. Los legisladores son 158 y 26 no asistieron a la sesión.

Dos horas después, un juez dictó orden de arraigo, acogiendo lo solicitado por el Ministerio Público. Esta medida impide al presidente salir del país y queda abierta una orden de arresto. Los abogados aún tienen una instancia de apelación, pero es improbable que el resultado le sea favorable, a pesar de que el presidente ha negado su intervención en los hechos ilícitos de los que se lo acusa.

La investigación de este caso, que incluyó 80.000 escuchas telefónicas y 5.000 mensajes de correo electrónico, llegó a la conclusión de que el presidente tenía una vinculación importante con la mafia que estafaba al Estado desde las aduanas.

Al conocer el resultado de la decisión del Congreso, los ciudadanos, que en número considerable participaban en las manifestaciones de protesta y rechazo al presidente, aplaudieron la decisión y festejaron el hecho inédito en el país.

Es importante señalar la intervención destacada de la ciudadanía, que perseveró en la demanda de que se investigue el caso y de que el presidente renuncie a su cargo, lo que confirma que en temas de esta naturaleza la intervención y exigencia del pueblo en causas colectivas son de gran importancia. (O)