El lunes de la presente semana se realizó la ceremonia de ascenso y condecoración de miembros del servicio de la guardia presidencial, durante la cual el presidente se refirió a la relación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el “único poder legítimo, el que emana del pueblo soberano, y el máximo representante de este poder legítimo es el Presidente Constitucional de la República”, según registró en su web la agencia Andes.

Nos referimos a lo mencionado por otro medio, porque a la reportera de EL UNIVERSO no se le permitió el paso para realizar la cobertura, sin que le dieran una razón para ello, y no es la primera vez que ocurre. Hace dos años se solicitó a este Diario que cambiara a la periodista, pero la dirección consideró que se debía mantener a la persona asignada, por su experiencia y capacidad.

Hechos como el mencionado contradicen a la Ley de Comunicación y a la propia Constitución, que nos exigen ofrecer información “veraz, verificada, oportuna, contextualizada...”, lo que resulta imposible si se nos impide el acceso a los hechos. Los periodistas trabajan para ofrecer a la ciudadanía la oportunidad de ejercer su derecho a la información y requieren el cumplimiento de la Constitución, que garantiza tanto la libertad de expresión como el derecho a la información. En un país que se autodefine como democrático se respetan las libertades, incluyendo la libertad de prensa, que es una de las manifestaciones de la libertad de expresión. (O)