Hoy en día la hipertensión arterial es una de las amenazas más peligrosas para la salud, con alto impacto en la morbimortalidad cardiovascular.

Uno de cada tres adultos sufre de hipertensión arterial (HTA) y desconoce su enfermedad. Uno de cada tres adultos que está tratando su hipertensión no logra mantener su presión por debajo de 140/90 mmHg. Los factores de riesgo son el tabaquismo, dislipemias (hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, hiperglicemia), obesidad (índice de masa corporal 30 kg/m2, especialmente la obesidad abdominal en varones, 102 cm; y en mujeres, 88 cm), historia familiar de eventos cerebro vascular prematuros. Las consecuencias del aumento de la presión arterial sistólica y diastólica, en la salud cerebral, cardiovascular y renal, perjudica órganos nobles afectados por la HTA, como es el daño cerebral ya que provoca hemorragia por ruptura de arterias o isquemia por oclusión de las arterias cerebrales, daño de las retinas inducido por la hipertensión arterial, cardiopatía y nefropatía hipertensiva. Las enfermedades cerebro vasculares (ECV) causaron, en 2002, más de 16 millones de muertes en el mundo, siendo el doble de la segunda causa: cáncer, con unos 7 millones de muertes. Enfermedades atribuibles a la hipertensión: enfermedad coronaria, infarto del miocardio, insuficiencia cardiaca, ceguera, encefalopatía hipertensiva, preeclampsia, eclampsia (en embarazadas), insuficiencia renal crónica, hemorragia cerebral, ictus. Hay que prevenir y mejorar la calidad de vida: no fumar, mantener un peso normal, alimentación y ejercicio saludables.

Problemas por las condiciones sociales contribuyen al aumento de riesgo: falta de trabajo, falta de vivienda, sistema de salud ineficiente, etcétera.(O)

Roberto Gavilanes Guaycha, médico, Vinces, Los Ríos