Tres futbolistas cambiaron su edad para poder integrar la selección sub-17, que participó en el Sudamericano que se realizó en Paraguay y logró la clasificación para el Mundial de Chile.

No es la primera vez que suceden problemas similares. Una investigación de este Diario permitió establecer que en diez años fueron detectados con identidades suplantadas más de 15 deportistas y que la mayoría de los casos ocurrieron entre 1999 y el 2001, cuando se descubrió que siete deportistas de la sub-17 ya eran mayores de edad. Entonces se puso una sanción leve a los deportistas y no identificaron más responsables de un hecho que costó la suspensión de la FIFA en esa categoría.

Es fácil deducir que en el proceso de adulteración de los documentos que permiten conocer la edad participó alguien más que el jugador, por lo que es necesario que la investigación se extienda al Registro Civil y a los dirigentes deportivos.

También hay que tomar precauciones, como la que ya practican al menos dos equipos ecuatorianos, que utilizan la tecnología médica para conocer la verdadera edad de un jugador, sometiéndolos a un carpograma para determinar la edad ósea y comparar con la que indica la partida de nacimiento.

No hay que permitir que prácticas ilegales se mantengan en el mundo del deporte, pues además de faltar a la ley y a la ética, se desacredita el nombre del país. (O)