El 13 de marzo del 2013 el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, sacerdote jesuita, fue elegido papa. Cambió su nombre a “Francisco”, luego de escuchar la voz que le dijo: ¡Acuérdate de los pobres! Para conocerlo mejor, Jorge Galéaz, sacerdote jesuita, encargado de la pastoral de Fe y Alegría en la ciudad de Guayaquil, reflexiona acerca de la espiritualidad ignaciana:

–¿Qué es la Compañía de Jesús?

–“Ignacio no quería formar una orden religiosa, quería reunir a un grupo de amigos de Jesús para extender su Reino en el mundo. Él fue un soldado que tuvo un accidente en la guerra de Pamplona, una bala de cañón le destrozó la rodilla; Ignacio convaleciente quería leer libros de caballería, pero en la casa donde reposaba le dieron a leer la vida de los santos y ahí empezó el proceso de cambio, el Espíritu le hizo razonar: “si estos santos hicieron esto o aquello, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”.

–¿Dios se vale de la caída de los hombres y los levanta para cosas mejores?

–“¡Por supuesto!

Ese es el carisma de la Compañía de Jesús, que está en el libro de “los ejercicios espirituales”.

El centro de los ejercicios es primero quitar las afecciones desordenadas para una vez quitadas buscar y actuar la voluntad de Dios; en todo servir y amar al Señor.

–¿Qué sintió cuando se dio a conocer la noticia que un cardenal jesuita había sido elegido papa?

–“Fue una maravillosa noticia saber que fue un latinoamericano, más que jesuita. Y como el mismo Francisco dice en el documento “La alegría del Evangelio”, cuya misión es salir a las fronteras, lo que significa estar con la gente despreciada, con “los descartables”, como los llama él. Por eso salir a las fronteras es la misión de los jesuitas, ir donde nadie quiere ir y decir no a la idolatría al dinero, al prestigio y al poder”.

–¿Ir donde los pobres de espíritu?

–“Pobres de espíritu” es una expresión muy ambigua. Las bienaventuranzas, según San Mateo, dicen: “felices lo que tienen espíritu de pobre”, en ese sentido un rico puede tener espíritu de pobre si no está apegado a las cosas materiales, y las utiliza como instrumentos, lo que en los ejercicios se llama “el tanto cuanto”, con la libertad de usar los medios que Dios ha dado, y aquí viene lo importante, que los pobres no son los que carecen de cosas, no es la miseria material, los pobres son los que están dependiendo siempre de Dios”.

–¿Qué opina de la labor apostólica y pastoral del papa Francisco?

–“Es algo extraordinario, están diciendo, aun los que no son cristianos y no son nada afectos al catolicismo, “hay nuevos aires en la Iglesia”, el mero hecho de salir del Vaticano a vivir en una casa más sencilla, son signos de una nueva atmósfera que se está viviendo en la Iglesia, eso es volver al Evangelio, Jesucristo era eso, era el hombre más sencillo, que estaba cercano a la gente, especialmente a los que sufrían”.

–¿Cuáles son las expectativas de la visita del papa al Ecuador?

–“Estamos en una situación conflictiva. Hay que buscar la unión con la pluralidad de pensamiento, que cada uno piense según su conciencia, lo importante es que estemos unidos, solo con la comunión de hermanos, de amigos, podremos sacar adelante al país, de lo contrario aunque estemos nadando en dinero, en oro y en petróleo no progresaremos”.

–¿Estará el papa junto a los más pobres del Ecuador?

–“¡Si fuera por el papa, estaría!, porque a él le encanta estar con ellos, a la primera oportunidad él va a romper protocolos y se va a acercar a la gente, a dar la mano, a abrazar a los niños, a los ancianos, a la gente que no es nada en la sociedad. Así ya lo ha demostrado cuando expresó su deseo de visitar el albergue de las Hermanas de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta en Quito, aunque también hay uno en Guayaquil, aquí estará apenas unas horas. El visitarlas es un símbolo de que el papa está junto a los más pobres”.

–Almorzará con el santo padre, ¿qué le dirá?

–“Que llame a la unidad, a deponer opiniones cerradas, que invite a que sepamos respetar a las personas que valen más que las ideologías”.

–¿Cómo ayudar a Francisco para transmitir la buena noticia de Jesús para todos?

–“La misión principal es estar abiertos a escuchar, a despojarnos de nuestros intereses egoístas y, como el papa ha dicho, “¡a servir a los demás!”. La vida cristiana no debe convertirse en mero ritualismo, la vida cristiana debe ser una vida de dignidad, eso es el Evangelio”. (O)

La misión principal es estar abiertos a escuchar, a despojarnos de nuestros intereses egoístas y, como el papa ha dicho, “¡a servir a los demás!”.