¡Papa, bienvenido al Ecuador! Quisiera ver al papa Francisco libre como el viento. Quisiera verlo caminar y estrechar las manos del pueblo.

Quisiera que no usara el papamóvil. Quisiera escuchar su mensaje en una calle de la ciudad. Quisiera que salga de los protocolos. Quisiera que almorzara en cualquier mercado de la ciudad. Quisiera verlo alejado de los políticos, quisiera verlo así. (O)

Xavier Eduardo Macías Soberón,
Guayaquil