El papa Francisco ha pedido a los obispos que no sean “indiferentes” ante la corrupción pública y privada que “empobrece a familias y pensionistas”.

“La sensibilidad eclesial implica no ser tímidos o indiferentes para luchar contra la mentalidad de corrupción pública y privada que ha logrado empobrecer a familias, jubilados, trabajadores honestos, comunidades cristianas, descartando a los jóvenes y privándolos sistemáticamente de toda esperanza sobre su futuro y, sobre todo, marginando a los más débiles y necesitados”, dijo. Además les invitó a elaborar documentos en los que “no prevalezca el aspecto teórico-doctrinal abstracto” y que se puede traducir en “propuestas concretas y comprensibles”; y a demostrar su sensibilidad eclesial “reforzando el rol de los laicos” que tienen “una formación cristiana auténtica, no deberían necesitar al obispo-piloto o al monseñor-piloto” para asumir sus responsabilidades. El papa destaca que la sensibilidad eclesial se revela concretamente “en la colegialidad y en la comunión” entre los obispos y sus sacerdotes, entre los obispos, entre las diócesis ricas y aquellas en dificultad, y entre la periferia y el centro. (O)

Enric Barrull Casals, Girona, España