El viernes 19 fue detenido el conductor de un camión que llevaba carteles para la marcha convocada por el movimiento CREO, para esa tarde. El chofer y el vehículo fueron trasladados al Cuartel Modelo, donde permanecieron cuatro horas.

Los letreros decían: “Ni temporal. Ni indefinido”, “#estadogallinazo”, y fueron devueltos cuando el conductor y el camión quedaron en libertad, sin que se diera la audiencia de formulación de cargos. César Monge, dirigente de CREO, se dirigió al ministro del Interior, calificando el hecho como un abuso. El ministro respondió que le parecía ridiculez y abuso realmente, y que tomará medidas contra el responsable de la acción.

El asunto se arregló en cuatro horas, pero deja la sensación de que se ha propagado la mentalidad de que todos los de la oposición son sospechosos de subversión y deben ser castigados. Sin duda, el agente que realizó la detención pensaba no solo que hacía lo correcto, sino que su acción sería reconocida y felicitada. El ministro tiene razón, es ridículo y abusivo, y así deben entenderlo todos los miembros de la fuerza pública. (O)