Fútbol, fútbol y más fútbol. ¿Qué pasó con los otros deportes? Ecuador, como el 90% de los países mundiales, acogió este deporte que para ciudades y empresarios genera multimillonarias ganancias y pasión.

Ecuador gusta del deporte. Jefferson Pérez, nuestro emblema, es un vivo reflejo de aquello, es nuestro marchista olímpico, orgullo nacional. ¿Pero qué pasó con el tenis, golf, natación? ¿Y el deporte que quiero enfocar, el boxeo? Si bien hemos tenido aficionados y uno que otro que se animó a alzar cabeza en olimpiadas, han sido jóvenes luchadores sin apoyo, la mayoría de escasos recursos económicos, que han apostado a sus puños para comer; pero al no ser popular el boxeo, no representa buenas ganancias para deportistas que a duras penas les alcanza para sus implementos y sus tres primeros viáticos a torneos. Sin embargo, ya se ve una decisión empresarial de impulsar talentos jóvenes del país que tengan logros en el campo amateur o reconocimientos, para a través de un trabajo de carteleras boxísticas perfilar la carrera, para lograr el objetivo que el país ha esperado por décadas; ahora sí buscar su primer campeón mundial. (O)
Javier Sebastián Barragán Rovira, abogado, Guayaquil