Toda acción educativa responsable conlleva un qué, un para qué y un cuándo. Qué hago, para qué lo hago y cuándo lo hago. Hacer por hacer no es sensato; hacer a destiempo es contraproducente; hacer a tiempo, en el momento debido y de la mejor forma es plausible.

Con esta premisa me permito respaldar el cuestionamiento, justo a más de oportuno, hecho por el Dr. Ph.D. Roberto Passailaigue B., exministro de Educación, a las fechas señaladas por la autoridad competente para el nombramiento de abanderados y escoltas y para el juramento a la Bandera en las instituciones educativas, en el presente año lectivo (Expreso, 23 de mayo del 2015). Los maestros sabemos que ‘los tiempos’ son fundamentales en todo diálogo vivencial. Si debe ser ahora, pues ahora. Acciones tardías matan o congelan iniciativas. Desglosemos el qué, para qué y el cómo en torno al civismo.

- Entre los valores que deben ser cultivados en las instituciones educativas están los cívicos (el qué): amor a la patria, respeto a las leyes y autoridades, conocimiento de próceres y gestas nacionales heroicas, veneración de los símbolos patrios, etcétera.

- ¿Para qué? Para que los niños y los jóvenes comprendan y conozcan Ecuador y su historia; para que lo amen y estén dispuestos a trabajar y luchar por sus libertades; para que cumplan con las leyes y sean, luego, en sus hogares, formadores de ciudadanos honestos, etcétera.

- ¿Cuándo? En los momentos más adecuados para la siembra de estos valores a fin de que germinen, crezcan y se vigoricen con el pasar de los días.

Lo dicho hasta aquí exige la ubicación prolija, oportuna y adecuada de las festividades cívicas en los calendarios estudiantiles. No es dable unificar fechas cuando las circunstancias son dispares. Es menester respetar la diversidad. Con el homenaje a la bandera y a los mejores estudiantes debe iniciarse el año escolar, en Sierra y Costa. Es un aliciente y elíxir cívico a la vez. El calendario ideal, ya experimentado, debe ser:

*Régimen Costa: cada 24 de mayo, proclamación de abanderados y juramento colectivo; 26 de septiembre, juramento a la Bandera por los estudiantes de tercero de bachillerato.

*Régimen Sierra: cada 26 de septiembre, proclamación de abanderados y juramento colectivo; 24 de mayo, juramento a la Bandera por los alumnos de tercero de bachillerato.

En el régimen Costa siempre se recordó con solemnidad la fecha de la Independencia del Ecuador. Número central era la proclamación de los abanderados, escoltas y el premio a los mejores estudiantes. Esta celebración servía de motivación para toda la comunidad educativa, porque se inculcaba que mediante el estudio y la disciplina los estudiantes se preparaban para ser buenos hijos, defensores de la patria, excelentes ciudadanos. Esto calaba muy profundamente y auguraba un año productivo, en todo sentido, porque “quien bien comienza está a la mitad de la obra”.

“AMOR de patria comprende cuanto el hombre debe amar: su Dios, sus leyes, su hogar, y el honor que los defiende”.

“No se puede cosechar lo que no se siembra. ¿Cómo vamos a cosechar amor en nuestra República si solo sembramos odio?” (Beato Arnulfo Romero). (O)