Dirijo a los ecuatorianos –dentro y fuera de la patria, entre ellos al presidente RCD– estas reflexiones y puntos de vista. No son ‘la verdad’, son mis verdades; lo que pienso, mis certezas y cavilaciones. Ningún humano, cuerdo, pretende ser dueño de la verdad: muchos la buscan, pocos la acarician, algunos pretenden haberla capturado.

- Ciertos comportamientos del actual régimen antes, durante y después de significativas manifestaciones populares –el jueves 19 de marzo– que agruparon a importantes componentes de nuestra sociedad ecuatoriana no evidencian actitudes democráticas.

- Todo presidente electo lo es de todos los ecuatorianos. No se elige presidente de movimiento o partido alguno. Un candidato triunfador asume la responsabilidad de velar por el presente y futuro de todos los habitantes de su país. Lo contrario es atropello y anarquía. El Ecuador –en consecuencia– no es propiedad de un presidente, tampoco de un movimiento político, lo cual obliga a tratar a todo ciudadano con igual respeto y consideración, sea su partidario, de otra bandería política o su oponente.

- Es una pena que nuestra juventud ya no estudie lógica ni ética. La lógica es garantía de sindéresis y va de la mano con la comprensión y tolerancia. ¡Cómo cambiaría Ecuador si las leyes fueran nuestro cobijo; con seguridad quedarían atrás interpretaciones torcidas y ajenas al espíritu de la norma constitucional! Poner en vigencia una ley ambigua debiese ser un delito porque consagra y alimenta su inobservancia.

- ¿Por qué se han convertido ‘los enlaces ciudadanos’, en especial de los sábados, so ‘pretexto inverecundo’ de rendición de cuentas, en un espacio para exhibir, reiteradamente, lacras de un pasado y pregonar ‘aciertos y bondades de la revolución ciudadana’? ¿Por qué este espacio no guarda respeto a vidas ajenas y denigra a quienes discrepan de realizaciones, propuestas y proyectos del régimen? Tibán, Zamora, Mahuad, Villavicencio, Pinoargote, Lasso, Oquendo, Gutiérrez, Rivadeneira, Jiménez, etcétera, tienen derecho a ejercer sus libertades y a ser respetados; mofarse de ellos, remedarlos con sarcasmo y sevicia, presidente, no se compadece con ‘la majestad de la presidencia’ que usted pregona. ¿Por qué Cordicom no objeta sus excesos y exige rectificaciones? ¿Por qué Cordicom no obliga a que usted demuestre que en la marcha del 19 de marzo hubo infiltración de la CIA, apoyo de la derecha y que la financiaron organizaciones internacionales? ¿Es probo lanzar acusaciones sin demostrarlas? ¿Hubo una emboscada en Riobamba, presidente? ¿Organizar contramarchas es signo democrático? La prudencia es buena consejera.

- Boicotear sin pudor, reiteradamente, la realización de una consulta popular sobre la ‘reelección indefinida’ es alimentar la insurrección popular. ‘Quien siembra vientos cosecha tempestades’. En el Ecuador en que vivimos, los males y los aciertos no dependen de muchos, solo de usted, presidente, porque lo que usted dispone se ejecuta, a todo nivel y a rajatabla.

“Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate a un espejo”. (Proverbio árabe). (O)