Al saber que una persona conocida, que frecuentemente circula por la vía Guayaquil-Santa Elena, se encontró con ocho citaciones por exceso de velocidad; yo, en mi viaje a Salinas, tuve buen cuidado de no ser multada y chequear los carros que me pasaban a exceso de velocidad; aquí apareció la viveza criolla.

A los carros que pasaban cual bólidos, les habían quitado las placas posteriores; ¿cómo podían los fotorradares en la carretera tomar la foto de una placa que no existe?, y ahí es cuando creo que caen justos por pecadores. A la ida hacia Salinas, conté nueve carros que rodaban en esas condiciones y de regreso una cantidad más o menos igual. Había de todo, camiones, furgones y autos particulares. Mi pregunta es: ¿cómo es que a los señores de la Comisión de Tránsito que estaban chequeando los carros a la salida de la ciudad se les pudo pasar por alto algo tan obvio? (O)

María Luisa Román Bustamante,
Guayaquil