Hablar de discriminación racial, económica, social, etcétera, responde a un patrón heredado, al creernos superiores. Recordemos que descendemos de esclavistas y esclavos, de pobres y ricos, de distintas razas.

En todos los tiempos existieron grandes movimientos que creyeron que la libertad y la igualdad son activos naturales de la humanidad. En la creencia y en buscar los activos aparecieron grupos de sesgo discriminador y dañino. Tal parece que el hombre está destinado a una lenta y costosa tarea de encontrar la paz con justicia. En mi adolescencia sufrí discriminación cuando migré con mi familia de la Sierra a la Costa, pero estamos aquí, gratos, haciendo el bien. En lo contemporáneo recuerdo en los años 60 a los Estados Unidos que tuvieron en Martin Luther King la materialización de sus sueños y consolidaron en el 2009 la elección de un presidente de ascendencia afroamericana, Barack Obama; todo inspirado en el pensamiento de Abraham Lincoln. En adelante, los afrodescendientes sobresalen en deportes, política, ciencias, artes, empresas, etcétera; porque supieron sentirse iguales o superiores a los demás venciendo los resentimientos, con preparación. Dios en su infinita sabiduría quiso que hagamos posible la armónica convivencia humana, seamos capaces de crear algo. La discriminación existe, en unos casos, en la mente y, en otros, es percepción. Algunas minorías viven empeñadas en ser diferentes y hacer notable un racismo y fobias que autodiscriminan. Lo correcto es empeñarnos juntos en propósitos liberadores altruistas. El tema ha suscitado debates, confrontaciones y da la oportunidad de ejercitar la indulgencia y reconciliación sin desconocer los derechos de los reclamantes.(O)

Ciertos comunicadores demandados están obligados a recrear situaciones que visibilizan las realidades que podrían parecer inmorales, hipócritas, indecentes, difíciles de digerir; pero que son de diario consumo. Brindo mi solidaridad con Diario EL UNIVERSO, el cual fue obligado por la Supercom nuevamente a disculparse, y mi adhesión al caricaturista Bonil por expresar con su original ingenio y valentía la opinión de muchos, por lo que fue sancionado; considero equivocada la interpretación de sus detractores y, al igual que la mayoría, entendí como aleccionadora y no como discriminadora, la alusión al asambleísta nacional Agustín Delgado, a quien lo admiramos como futbolista.(O)

Joffre Pástor Carrillo, Guayaquil