Bachilleres: marzo y julio, en Costa y Sierra, respectivamente, son meses de cosecha de una siembra de doce o quince años de formación. Sus padres soñaron con esta fecha. Sus maestros esperaron estos momentos. Ustedes no son producto del acaso. Su formación e instrucción fueron meticulosamente programadas y ejecutadas. En estas líneas encontrarán caminos para transitar. Espero que estos párrafos les sirvan de brújula para no extraviarse. Me interesa decirles algo sobre ‘quiénes son ustedes’, ‘para qué existen’ y ‘que se vive solamente una vez’. Siendo temas para escribir tratados les entrego solamente algunas ideas para su reflexión.

- Amigas y amigos recién graduados. Ustedes son constructores, nacieron para ello. El mundo que habitan, cuando pasen los años, debe ostentar su propia marca. El constructor planifica, escoge materiales, estudia circunstancias, trabaja con la mente, las manos y el corazón; construye su mundo y lo inserta en el mundo de la comunidad. Eso son ustedes: artífices, creadores. No lo olviden. Los creyentes sabemos, además, que somos instrumentos en las manos de Dios; que somos gente luchadora capaz de cambiar lo negativo en positivo, hacedores del bien, creadores de horizontes nuevos, responsables a tiempo completo.

- Amigas y amigos graduandos y graduados. Ubíquense. Ocupen el rol que les corresponde. No son ustedes piezas de repuesto. No son barcos a la deriva. Tampoco son residuos de un mundo en extinción. Todo lo contrario. Ustedes son piezas originales, insustituibles. Se los necesita para construir un nuevo mundo de profundas relaciones interpersonales, para hacer de cada sociedad un espacio de comprensión, entendimiento y superación. Vivan el presente con intensidad. Hagan de cada día una oportunidad privilegiada para concretar sus sueños y aspiraciones. No vivan pensando y lamentando lo que pudo ser y no fue. Tampoco pasen sus vidas soñando en algo que quizá nunca vendrá. Vivan el hoy con la experiencia de ayer y con la esperanza de un mañana diferente fruto de un hoy vivido a plenitud.

- Amigas y amigos bachilleres, ‘se vive solamente una vez’. Deténganse un momento, por favor. La vida no tiene innúmeras ediciones. No se repite. No permite ensayos. No admite reencarnaciones. Se vive o no se vive, así de sencillo y de fácil. Nuestra presencia en la historia es única e irrepetible. Vivimos. Sabemos quiénes somos. Conocemos cuál es nuestra misión y con ese equipaje vivimos nuestras vidas en el entorno que nos acoge, con las personas que nos acompañan, con los proyectos que hacemos realidades, con todo aquello que es parte esencial de nuestras vidas. Somos. Vivimos. Existimos. Somos justificación de nuestras existencias.

Bachilleres 2015: bienvenidos sean. Sus padres, maestros, familiares y amigos les reciben con alborozo. Con los abrazos y aplausos ustedes percibirán que se les quiere y comprenderán, también, más temprano que tarde, que la sociedad espera mucho de ustedes. Nadie hará lo que ustedes dejen de hacer. Ustedes son parte de un macroplán divino, inteligentemente diseñado, donde cada humano tiene una misión que cumplir para no retrasar su proceso evolutivo.

“Se vive solamente una vez, hay que aprender a vivir y a querer, hay que saber que la vida se aleja y nos deja llorando quimeras” . (Consuelo Velázquez). (O)