Cuantifico el perjuicio económico ocasionado a los cantones El Empalme y Pichincha por la represa Daule-Peripa. De más de 20.000 hectáreas anegadas, se perdieron más de 4.000 hectáreas de cacao fino, con una producción de casi 150.000 quintales anuales.

El perjuicio, en más de 30 años, significa más o menos 500 millones de dólares al precio actual del cacao.

Agrego la producción de frutales, café, plátano, arroz, maíz, pastizales y el perjuicio sobrepasaría los 1.600 millones de dólares, al inundar tierras altamente productivas. Esta abundante agua, siguiendo la lógica, debería servir para regar los sectores agrícolas de El Empalme y Pichincha, pero el proyecto está planificado para servir a sectores alejados como el cantón Vinces, la península de Santa Elena y la provincia de Manabí, se regarían más de 200.000 hectáreas a futuro. Pero quedaría un daño ambiental, económico y de salud.

La Amazonía ha enjuiciado a Chevron y le insta a responder por los daños ocasionados, pregunto ¿quién responderá, por otro lado, los perjuicios a estos dos cantones? Así como invitaron a personajes del mundo a que vean lo que ocasionó la mano negra de Chevron, también lo hagan en estos sectores. El Gobierno quería una compensación del mundo para no explotar el Yasuní.

Pregunto yo, ¿quién compensa a los campesinos desalojados a la fuerza de sus tierras que fueron pagadas a precio de miseria y a otros ni eso siquiera? ¿Quién compensa el impacto económico a El Empalme y Pichincha en 30 años si no podemos aprovechar la explotación de nuestra agua?

Unos ríen y aplauden con el trasvase, otros lloran y se lamentan de ver el agua tan cerca y por no beneficiarse de ella.(O)

Segundo Barreiro M., El Empalme