Muchos estuvimos pendientes del comercial “All you need is Ecuador” que se pasó en la 49ª edición anual de la final de fútbol estadounidense Super Bowl, y la expectativa fue porque afloró en nosotros un patriotismo explotado de doble vía, la primera fue impulsar el turismo que experimentó el último año un crecimiento sostenido del 12% en la región, después de muchos años de descuido, según el Ministerio de Turismo (Mintur); y la segunda, fue explotar un nacionalismo de revolución, pero por publicidad pagada.

El crecimiento del turismo es necesario contrastarlo con el caso colombiano que recibía en el 2007 más de 600.000 viajeros internacionales, hoy recibe 2,2 millones viajeros internacionales, según el periódico El Espectador del 24 de junio del 2014. Y Ecuador recibía en el 2007 alrededor de 937.4873 turistas por año, según estadísticas del 2007 del Mintur y hasta el 31 de diciembre del 2014. Según fuentes oficiales, he leído que recibió 1’5 millones; es decir en comparación a Colombia, el turismo desde que la revolución está en marcha se incrementó en 60%, mientras nuestro vecino lo aumentó en casi 300% más, y ni se diga Perú, y ellos sin revolución. Ecuador, en América, ocupa la posición 19, está a ocho puestos de alcanzar a Perú (número 11) y a dos puestos de alcanzar a Colombia (número 17), según el Plan Integral de Marketing Turístico - (Pimte- Mintour 2014).

Una de las estrategias de marketing de estado para posicionar nuestra marca turística Ecuador, es el mensaje permanente, según Pimte, ¿pero por qué se invirtieron con corazón ardiente 3,8 millones de dólares en solo 30 segundos, dinero que significa un porcentaje alto del presupuesto del Mintur? ¿Creen que por solo 30 segundos la imagen de “All you need is Ecuador” quedó grabada en la mente del segmento de potenciales turistas de la Super Bowl? ¡No! El gasto publicitario hubiera resultado si nuestra marca hubiera estado posicionada con cortos publicitarios transmitidos días antes del evento. Finalmente, tocaría analizar la inversión publicitaria por medio de las redes sociales, pero estas aumentan la sensibilidad al presidente.(O)

Fabricio Betancourt Ordóñez, abogado, Quito