La situación sociopolítica y económica de la hermana Venezuela, es cada día más crítica.

El encarcelamiento del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, elegido por votación popular, el retiro del fuero al legislador y líder opositor Julio Borges para que siga el mismo destino del alcalde y, por último, el cobarde e inmisericorde asesinato a sangre fría del estudiante de 14 años Kluivert Roa, a manos presuntamente de un oficial de policía, han actualizado los difíciles momentos que viven los venezolanos bajo el gobierno del presidente Maduro; personaje cuya mente escucha pajaritos y sueña en conspiraciones maquinadas por McDonald’s, Coca Cola y KFChicken.

El papa Francisco, muchos países con regímenes democráticos auténticos y organismos internacionales como la Unión Europea y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han expresado alarmados su profunda preocupación por esta anómala situación y la consecuencia sobre la vigencia plena de los derechos humanos. Es triste señalar que nuestro país reciba estas noticias con la más absoluta indiferencia y su cancillería guarde silencio. Ecuatorianos, ¿qué nos pasa? (O)

Iván Valencia Madera, médico ginecólogo, Quito