Tres tripulantes de una fibra pesquera fueron lanzados al agua en alta mar a unos 5 kilómetros de la costa de la parroquia Camarones, en la provincia de Esmeraldas. Eran las 23:00 del miércoles pasado cuando fueron interceptados por supuestos piratas. Los ataron a los tres y los tiraron al mar. Uno de ellos contó que una especie de remolino lo ayudó a desatarse y pudo nadar, lo que debió hacer durante dos horas, hasta encontrar una playa. Avisó a la Policía Comunitaria, se activó el plan de búsqueda y rescataron a otro. El tercero no fue encontrado.

No es la primera vez que sufren experiencias como esta, antes ya les robaron la pesca y el motor y ellos, al igual que miles de pescadores, saben que en cada salida a trabajar arriesgan sus vidas y sus bienes. Esta vez, uno de los pescadores se salvó por la acción del Comando de Operaciones Norte de Esmeraldas, pero no sabe si episodios similares volverán a ocurrir.

Es indispensable que se adopten medidas más efectivas para garantizar el trabajo y la vida de miles de ecuatorianos que dependen de los productos del mar. (O)