La compra de los helicópteros Dhruv desde el inicio fue denunciada por el comandante, general Jorge Gabela, máxima autoridad de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), quien descartó su compra cuando estaba él en funciones, por motivos técnicos como son la saturación del cíclico y económicos.

Igualmente, cuando se iban a adquirir los radares todas las empresas concursantes cuestionaron la adquisición de los radares chinos de la compañía CETC, porque no cumplían con las especificaciones técnicas. Durante la adquisición del contrato se exigía que debían tener los radares un sistema de enfriamiento por agua, pero el comité de contrataciones señaló que sí se cumplía con esos requisitos; pero ahora se denuncia que los radares debían tener un sistema de enfriamiento por aire. Obviamente, en Angostura había desprotección aérea. Galo Lara, en calidad de miembro de la Comisión de Fiscalización, fue uno de los acérrimos críticos de la adquisición de los radares chinos y exigió que la Contraloría y la Fiscalía General debían emitir un pronunciamiento por las irregularidades en la compra de los radares.

Cuando el Ecuador ha sido perjudicado económicamente con la compra de estos helicópteros y radares se cumpliría el primer elemento objetivo en la configuración del delito de peculado, además al no cumplirse con las especificaciones técnicas se consuma la segunda disposición del delito, el elemento subjetivo del dolo.

Cuando ha pasado tanto tiempo, vemos que Galo Lara se halla en prisión. Al comandante, general Gabela, el tiempo le dio la razón al caerse cuatro de los siete helicópteros y sus asesinos –¡fue suciamente ejecutado!– como los que cometieron delitos de peculado, se encuentran absolutamente en la impunidad. “La corrupción se ha globalizado”. (Frase del papa Francisco).(O)

Santiago H. Bucaram Ortiz,
Abogado, Guayaquil