El Floreana, buque que transportaba 1.925 toneladas de carga hacia Galápagos, encalló cuando zarpaba de la isla San Cristóbal para dirigirse a la isla Santa Cruz. Dos tanques de lastre y el sistema de propulsión del buque sufrieron averías.

Ante la situación, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial adoptó medidas para evacuar la carga y evitar los riesgos ambientales. Para esto último, el Ministerio del Ambiente colocó dos barreras de contención como precaución ante una posible fuga de combustible.

Preocupa que en nueve meses se han producido tres accidentes similares: el 9 de mayo, el Galapaface; el 18 de noviembre, el San Cristóbal y ahora, el Floreana. Solo quedan dos buques para realizar el abastecimiento a las islas, lo cual preocupa a los pobladores y a las autoridades, y se levantan voces pidiendo que se compren barcos inmediatamente sin que haya proceso alguno para adquirirlos.

Ciertamente, es urgente solucionar el problema para responder a las necesidades de quienes habitan en las islas, pero no hay que atropellar procedimientos, porque se debe asegurar de que lo que se compra tenga las condiciones requeridas para el servicio y un tiempo de uso aceptable. También se tiene que investigar por qué se producen los accidentes, pues su continuidad es motivo de especial preocupación. (O)