Suena bien, pues en primera instancia parecería remedio al asunto de la falta de respeto a las damas, pero después vendrán quienes sugieran buses para la tercera edad, buses para escolares, buses para militares, buses para embarazadas, etcétera. El remedio no se encuentra en sectorizar a las personas, hace falta educar y culturizar a nuestro pueblo, ¿cómo? Ahí tenemos a nuestras grandes autoridades, maestros de escuelas y colegios, los padres de familia y organizaciones que siempre colaboran en lo que se denomina el buen vivir. Como existe el dicho “a educar al niño para no castigar al hombre”, pongo a consideración de la ciudadanía lo expresado.(O)
José Sarabia Rodríguez,
Ballenita, Santa Elena

Esta actitud es excluyente e insultante, que denigra a los hombres. La solución es que los asientos sean exclusivamente para las mujeres, dicho de otro modo, volveríamos a aquellos tiempos en que el hombre gentil le cedía el asiento a la mujer y que se vuelva a la modalidad de pasajeros solo sentados. (O)
Ricardo Ordóñez,
Guayaquil

De qué sirve esta ley si nadie la respeta. Todos los días cojo bus para trasladarme a mi trabajo, y la hora pico no nos beneficia a las mujeres. Me subo y lo primero que veo, más hombres que mujeres sentados y son incapaces de ofrecer el asiento a las señoras, hay pocas excepciones. Por favor caballeros, edúquense y cedan los asientos a las damas. (O)
Paola Coronel,
Guayaquil

Tenemos que madurar culturalmente para dejar el machismo. Si comenzamos con esta clase de separaciones, nos etiquetarán de por vida como en ciertos países asiáticos que usan velos en el rostro. El sol nos alumbra y la lluvia nos moja sin distinción de sexo, raza, religión... (O)
Víctor Ramírez Muñoz,
Tena, Napo

Los buses de la Metrovía tienen sillas azules únicas para los adultos mayores, con discapacidad y debemos respetar aquella disposición; como un ejemplo debe guiarnos esto para ceder los asientos a las mujeres sin importar el color de silla, sino el respeto hacia las personas que ameritan se les dé un trato mejor. Si Guayas viviera se sentiría orgulloso de las sillas azules de la Metrovía, y más del guayaquileño gentil y de quienes tomaron la iniciativa, pues Quil ya tendría dónde sentarse. No olvidarnos de las madres con niños o mujeres en estado de gestación, el que es caballero cede el asiento a las damas.(O)
Wilson Moncayo Agurto,
Magíster en Educación, avenida Samborondón