Por los diferentes tipos de ruidos, como pitos, parlantes de vendedores, equipos de sonido que afectan a la salud, se debe crear una nueva ley que se aplique de verdad con sanciones graduales, de acuerdo con las infracciones cometidas. Es inaudito ver cómo se irrespeta a todos por tanto ruido en la ciudad.
Luis Antonio Guerrero Sampedro,
Guayaquil

Hay que multar a los que pitan apenas cambia la luz del semáforo; a taxistas que van por la derecha pitando en toda la cuadra llamando a pasajeros; a los que suben el volumen de sus equipos de sonido que se escucha a cuadras; pero la CTE no dice nada, no hace nada al respecto.
Gustavo Zevallos,
Guayaquil

Para combatir el mal que nos aqueja debemos colaborar todos, evitar hacer ruidos espantosos con el pito del vehículo, el tubo de escape del carro, etcétera; que son usados de manera desordenada, que atenta a la salud de la colectividad. Sancionar a las personas que cometan las faltas. Ciudadanía, colaboremos para que esto no siga, el orden es tarea de todos.
Gedvi de Jesús Ávila Párraga,
Junín, Manabí

Es simple, enseñar cultura a la gente, buenos modales, a tener tino hacia los demás.
Luis Javier Perdomo Saltos,
Guayaquil

Los centros comerciales ponerlos fuera de la ciudad; sería bueno.
Rosa Padilla,
Ambato, Tungurahua

Sancionar a los infractores con una multa, muchos son inconscientes de la problemática.
Myriam Defaz,
Latacunga, Cotopaxi

En barrios colocan parlantes en las puertas de las casas, protagonizan escándalos y borracheras hasta la madrugada; nadie tiene por qué compartir sus gustos musicales ni saber de sus frustraciones y problemas expresados a gritos. Cuando acude la Policía solicita que ingresen a sus domicilios donde siguen con el escándalo. Además de hacer lanzamientos de campañas de concienciación, exigir sanciones económicas cobradas por el Municipio, y de probarse la reincidencia, detener a las personas. Ya es hora de que las autoridades comprendan que el ruido no afecta solo a nivel del tránsito, sino a todos los barrios y es uno de los mayores contaminantes.
Juan Carlos Fernández Carrasco,
Guayaquil

Simplemente que la Alcaldía asuma su responsabilidad legal a través de la ordenanza contra el ruido, es insólito que comisarios estén sentados en escritorios y la ciudad soporte el ruido estridente.
Rodolfo Emilio Muñoz,
Guayaquil