Soy de Manta, Manabí, y desde 1952 vivo en la hermosa ciudad de Guayaquil, donde recuerdo vivencias de los niños que trabajaban en las calles como betuneros.

Aplaudo que ahora se le rinda un cariñoso homenaje con la iniciativa de nuestro alcalde, representando en una estatua al betunero.

Irma Maldonado Macías,
Guayaquil