El acuerdo con Europa sigue adelante, con pequeños atrasos previsibles. Ambas partes debían firmarlo este mes, pero el proceso de revisión jurídica de lo acordado y su traducción a todos los idiomas de la Unión Europea empujan la firma a noviembre.

La extensión de la vigencia de las preferencias SPG plus nos mantiene en vilo. Sin ella algunos rubros de exportación se verían gravemente afectados, muy en particular enlatados de atún, del que el Ecuador es el principal proveedor externo de la Unión.

Hay el compromiso de los negociadores europeos de conseguir la extensión. En octubre 1, la Comisión de la UE adoptó la propuesta de extensión, pero falta la aprobación del Consejo y del Parlamento europeo. A menos de dos meses de navidades, el tiempo apremia. Los exportadores nacionales deben estar negociando sus contratos de venta para el 2015, aceptando absorber los derechos arancelarios europeos para el caso en que la prórroga no entre en vigencia el primer día del año.

Una vez que el acuerdo sea ratificado por ambas partes y entre en vigencia, probablemente de aquí a dos años, los productos que hoy entran bajo SGP plus, pero pagan derechos, ingresarán con cero arancel, e igual otros productos de nuestro interés.

Un éxito de los negociadores fue conseguir que la desgravación del banano se asimile o casi al arancel para Costa Rica y Colombia, de lo contrario hasta por lo menos el 2020 nuestro banano hubiera entrado a Europa con un arancel sustancialmente más alto que el de nuestros competidores, con lo que habríamos perdido participación de mercado.

Para los bienes industriales europeos que compiten con los nacionales que el Gobierno quiere proteger, los aranceles bajarán luego de varios años de vigencia el acuerdo. Para automóviles, siete años contados a partir del 2016. Para ciertos productos alimenticios, como jamones y quesos, habrá contingentes, o sea que se limitaría el volumen importable.

Próximamente, el Ecuador y la UE pondrán en marcha una serie de eventos en distintas ciudades del país para explicar el alcance del acuerdo.

Hay dos puntos que cabe destacar:

- Los funcionarios del Gobierno contrarios al acuerdo buscan poner zancadillas, para que Bruselas dude de que Ecuador va a cumplir con sus compromisos y suspenda el trámite.

Se anuncia que la Asamblea retomaría la denuncia de los acuerdos bilaterales de protección de inversiones con países europeos. También un alza del IVA a los vehículos, que desestimularía la compra de carros europeos. Un sistema de fijación de precios de fármacos que eliminaría del mercado los medicamentos de marca, afectando a los laboratorios europeos. Una advertencia de la Superintendencia de Poder de Mercado a los empresarios ecuatorianos que incurrirían en infracción de abuso de poder de mercado si importan de Europa bajo las condiciones dispuestas por el Mipro mediante el Acuerdo 14241.

- Un segundo punto es que con el acuerdo el Ecuador y Europa deberán gradualmente abandonar prácticas que se consideran contrarias a la circulación entre las partes de mercaderías, servicios, capitales y personas. Esto atañe al ICE exagerado, al impuesto a la salida de divisas y a las visas para viajeros. Dando y dando.