En el sínodo de obispos sobre la familia realizado por el papa Francisco, en Roma, se habló de la contribución insustituible de los fieles laicos en el anuncio del Evangelio. Escuchar a los laicos y creer más en ellos es esencial, porque es en ellos y con ellos en quienes la Iglesia puede encontrar respuestas a los problemas de las familias.

Se recordó la contribución de los abuelos en la transmisión de la fe en la familia. Siempre, en referencia a las personas mayores, los sacerdotes insistieron en que la familia acoja con ternura y cuidado a las personas de la tercera edad. La misma importancia debe darse al enfermo para acabar con la “cultura del descarte” (eutanasia, muerte) de la que nos pone en guardia el papa.

Lluis Esquena R., Girona, España