La tercera convención nacional del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) –con la concurrencia de unos 800 representantes de organizaciones sociales– se celebró en Guayaquil y no en la capital. Prepararon una agenda de trabajo que esperan desarrollar en los dos siguientes meses, y anunciaron para el 19 de noviembre una movilización en Quito en rechazo a las “políticas antiobreras” y “antipopulares” del gobierno de Rafael Correa.

Los sindicatos del país demandan un nuevo Código Laboral y rechazan la pretensión del régimen de hacer reformas puntuales al vigente. El presidente ha expresado que “si hay un nuevo Código, será para la sociedad y no para unas cuantas mafias”.

Es comprensible que las organizaciones sociales pretendan que sus requerimientos sean considerados en los cambios al Código que regirá la actividad laboral de los ecuatorianos. Convendría al régimen escuchar para negociar, pues la pasada marcha del 17 de septiembre, la reciente reunión del 18 de octubre y la anunciada movilización del 19 de noviembre son muestras de participación ciudadana y democrática.