La depredación de especies marinas no comunes, dejando zonas rocosas despobladas, ha sido la causa de que poblaciones de pulpos y otros moluscos se vean mermadas, lo que contribuye a un alza del precio de estos productos.

La depredación no es el problema principal, sino más bien el cambio climático. Lo que están viendo turistas en las costas del Ecuador en cuanto a delfines nariz de botella, piqueros patas azules y otras especies que no existían, no está bien, pero ahí no podemos hacer nada. Lo que ocurre es que estas especies no nativas de nuestra costa están migrando producto del calentamiento global. Las corrientes están afectadas y el mundo está entrando en una fase de autoequilibrio; que es lo que hace tu cuerpo cuando te enfermas, busca los mecanismos de reparar las autodefensas; cuando tu cerebro sufre, inmediatamente tiene un mecanismo de bloquear circunstancias adversas y dolorosas para luego encontrar su equilibrio a través de un proceso. Es importante que se sepa esto para no alegrarnos de ver delfines, focas, piqueros. Entré a El Pelado, Playas, y vi un pingüino de la Antártida y una morsa del Ártico. En Playas me encontré con más de 2.000 piqueros patas azules (aves que deberían estar en Galápagos) y cerca de 100, muertas, porque no hay los pelágicos que ellos necesitan para su alimentación. Me fui a pescar, encontré un delfín nariz de botella, garzas de lava, pico rojo; en los 33 años que llevo “pisando” el mar nunca vi especies de este tipo. Me cuentan que en la isla Santa Clara o de El Muerto ven orcas del Ártico. El cambio climático se siente, hace poco en Jambelí murieron millones de peces. El planeta quiere curarse de tanta polución, pero seguimos matándolo. Imagínate que tienes gripe y no te alimento bien, no te cuido, y te da neumonía y sigo diciéndote toma bebidas heladas y fúmate un cigarrillo; por más defensas que tenga el cuerpo tarde o temprano las destruye y terminas o muriéndote o aplicando medidas extremas. Gente vive en las riberas sin sentido de sustentabilidad, ya acabaron con el spondylus, ahora están depredando erizos, anemonas, canchalaguas, picorocos, estrellas, babosas, conchas; muchas veces estas especies las muelen y sacan un alimento de 60% de proteínas, para evitar comprar artemia u otro alimento exclusivo para industrias como del camarón; destruyen la fauna por abaratar costos.
Javier S. Barragán Rovira,
Abogado, Guayaquil