En la actualidad, en el excampamento minero de Ancón, provincia de Santa Elena, aún se explota el crudo proveniente de las entrañas de su prolífero suelo. En el campo Gustavo Galindo Velasco (GGV), la extracción marginal (debido a la limitada producción, claro está) de un crudo especial calificado en el mundo petrolero como tipo “champagne”, por su alta calidad y excelente grado API, aún continúa vigente.

La compañía inglesa Anglo Ecuadorian Oilfields Limited fue la primera en explotar esta riqueza desde 1911 hasta 1976. De esa fecha hasta 1996, fueron administrados por la estatal CEPE. Pero, en octubre de 1994, el expresidente doctor Gustavo Noboa, mediante decreto ejecutivo 2186, establece el marco referencial para la participación legal entre Petroindustrial y la Escuela Superior Politécnica (Espol) a través de un consorcio para ejecutar un Contrato de Servicios Específicos para que exploten hidrocarburos en esa zona, que incluían los pozos ubicados en La Libertad, Atahualpa, Santa Rosa, José Luis Tamayo y Anconcito. Convenio que se suscribió en diciembre de 1994 y tendría vigencia hasta el año 2016.

En mayo de 1996, Espol contrata como operador a la empresa argentina CGC. Al cabo de 5 años (diciembre 2001), dicha compañía cedió los derechos y obligaciones del contrato a la operadora Pacifpetrol, que se estableció en Ancón para operar el campo GGV el 1 de enero de 2002 mediante un contrato de Consorcio con Espol, que tuvo vigencia hasta diciembre de 2010. A partir del 1 de enero de 2011, la Secretaría de Hidrocarburos del Ecuador y Pacifpetrol firmaron un contrato de Prestación de Servicios para la exploración y explotación de crudos, amparados en la reformada Ley de Hidrocarburos (2010), cuya fecha de vencimiento será el 31 de diciembre de 2029. Recordemos que la inestabilidad ejecutiva y pésimas condiciones para administrar el campo GGV crearon ciertas discordias entre los partícipes y beneficiarios de este convenio: Espol, Pacifpetrol, Estado y Comuneros de Ancón.

La cláusula principal del convenio es que la producción obtenida debe ser entregada íntegramente a la Refinería de La Libertad. Interesado en conocer las actividades que desarrollan en el campo GGV, hace tres semanas lo visité y fui atendido por el superintendente de planta de Pacifpetrol, ingeniero Francisco Chávez, e hicimos un recorrido por todas las instalaciones. Fue interesante observar que ciertas maquinarias utilizadas hace décadas por la Anglo todavía funcionen y son supervisadas constantemente y otras han sido instaladas por la actual operadora.

Como resultado de la operación se obtiene básicamente: crudo liviano promedio de 36° API en pequeñas cantidades, pero con nuevas inversiones económicas en fases exploratorias realizadas en diferentes lugares de la Península de Santa Elena próximamente el incremento será evidente; y gas, que es procesado en la planta de gasolinas para obtener Gas Natural Asociado (GNA) una fuente de energía no renovable formada por la mezcla de gases ligeros ubicados en yacimientos petrolíferos, disuelto o asociado con el crudo o en depósitos de carbón y cuyo principal componente es el metano. El GNA, materia prima para la gasolina natural, es transportado hacia la refinería local en modernos camiones tanqueros, refrendados por la ARCH mediante certificaciones de cumplimiento de normas de seguridad industrial.

Este material, una vez procesado en la refinería local sirve para el envase de 6.000 bombonas de GLP de 15 kilos para el consumo de los peninsulares. Me agradó visitar el campo GGV, operado por técnicos nacionales.