El pasado lunes, alrededor de 5 kilómetros de playa, en la isla Jambelí, fueron cubiertos por cientos de peces y piqueros de patas azules muertos, que despedían malos olores. Los moradores del lugar los recogieron en sacos para enterrarlos en un botadero.

Para algunos, se trataba de que un barco de pesca industrial tomó un cardumen de chuhueco, el pescado más afectado, y lo botó al mar. El sistema ECU-911 de Machala informó que se trataría de “desechos de pesca” de barcos bolicheros de pesca industrial dentro de las 5 millas náuticas de pesca artesanal.

Delegados del Ministerio del Ambiente, de la Prefectura de El Oro, de la Subsecretaría de Recursos Pesqueros y de la Capitanía de Puerto Bolívar tomaron muestras del agua y de los peces muertos para analizarlas y tratar de establecer el origen de este fenómeno, que también se presentó en los dos años anteriores. Lo importante será hacerle seguimiento y recibir información de las causas y de las posibles soluciones. A los funcionarios responsables les corresponde dar a conocer los resultados y a los ciudadanos, estar pendientes de que se ofrezca ese informe.